lunes, 5 de octubre de 2015

CAPITULO 4 (segunda parte)





Todo le dolía, sobre todo la cabeza, pensó Paula mientras poco a poco despertaba. ¿Qué estaba mal con ella? ¿Por qué estaba teniendo problemas para mover los brazos y las piernas?


Luchó por abrir los ojos. Se sentían secos, casi como si estuvieran llenos de hollín y parpadeó con fuerza para tratar de limpiarlos. Rápidamente se dio cuenta que estaba en una cama de hospital, pero ¿cómo podría ser eso? Lo último que recordaba, era que conducía al aeropuerto, de regreso a San Francisco después de discutir con su hermana en la cafetería.


Tenía la extraña sensación de que había alguien de pie cerca, mirándola, pero su visión estaba demasiado borrosa para que pudiera ver los rasgos de la persona. Lo único que podía decir con certeza era que se trataba de un hombre alto, de anchos hombros y pelo muy corto.


Al instante su cerebro fatigado puso la cara de Pedro en la cabeza del hombre. Había pasado diez años tratando de olvidarlo, pero esta noche estaba demasiado cansada, demasiado dolorida y lastimada para intentar desalojar sus recuerdos de   un hermoso bombero, de un metro ochenta y ocho de pelo negro medianoche y chisporroteantes ojos azules.


¿Era realmente Pedro? ¿Había venido a verla? ¿O era sólo otra alucinación? ¿Otra visión que estaba fabricando en su desesperación?


Su frecuencia cardíaca se disparó, al igual que el leve pitido de las máquinas detrás de ella.


Con cada respiración que tomaba, su malestar crecía. Nunca se había permitido a sí misma tomar más que un par de Advil, dada la historia de adicción de su madre, pero en este momento, necesitaba más de lo que habían puesto en la intravenosa en su brazo izquierdo.


Pronto, una enfermera se trasladó a su lado, murmurando algo acerca de otra dosis de Vicodin. Antes que Paula pudiera averiguar si Pedro estaba realmente allí, o si simplemente era una alucinación debido a sus deseos más profundos, una oleada fresca de líquido se instaló en sus venas y volvió a caer en el olvido sin dolor.











No hay comentarios:

Publicar un comentario